Cuánto tarda el pasto en comenzar a crecer

El simple acto de plantar césped en un terreno transforma por completo la apariencia de la zona, creando una zona de juegos fértil o un espacio de relajación de lo que antes era estéril y vacío. La transformación no tiene lugar en una noche, sin embargo; como todas las plantas, el pasto necesita tiempo para brotar, germinar y crecer a su estado saludable. Plantar la semilla es sólo el principio, y pasará algún tiempo antes de tener un césped rico y saludable.

Tiempo de germinación

Plantar semillas de césped probablemente tomará un par de horas de tu tiempo, pero no tengas ningún temor si no ves resultados inmediatos. En condiciones ideales, la semilla de la hierba debe comenzar a producir pequeños brotes verdes delicados en un día o dos después de la siembra. Si se mantiene el riego adecuado y el cuidado de la semilla de la hierba, deberías ver una germinación completa dentro de los 10 días de la siembra; a partir de ahí, la hierba entra en el ciclo de vida normal de crecimiento, corte y latencia en el invierno que estás acostumbrado a ver en un césped sano.

Preparación para la germinación

Preparar el suelo para aceptar la semilla de pasto te asegurará un período de germinación rápido, así como el crecimiento saludable y vibrante cuando la hierba entra en plena madurez. Al preparar el suelo, mezcla un fertilizante de inicio con una distribución balanceada de nitrógeno, fósforo y potasio. La semilla se alimentará de este aumentador de la nutrición para germinar a tiempo y de forma saludable; sin ella, puede germinar más lenta y no tan fuertemente. Humedece el suelo antes de plantar la semilla de modo que tenga agua para prosperar.

Protección de la nueva semilla

La semilla de pasto es generalmente sembrada en o muy cerca de la superficie del suelo y por lo tanto necesita ser protegida de los daños. Rodea tu césped recién plantado con una cuerda de colores o con una valla baja para evitar que la gente camine sobre él. Si tienes niños o mascotas, mantenerlos alejados. Riega bien la tierra después de plantar la semilla (usa un regador o rociador suave para no arruinar la semilla con el agua), luego cubre toda el área con una capa delgada de turba o paja. Esto ayudará a mantener la humedad de la semilla (que conduce a la germinación más rápida) y a evitar que las aves se lleven tus semillas.

Cuidado continuo

Rocía ligeramente el césped recién sembrado con agua por lo menos dos veces al día, o en cualquier momento que la superficie del suelo se vea de color marrón claro; se oscurece cuando se moja. Esto es especialmente importante en climas cálidos o con viento, cuando el suelo se seca mucho más rápido. Una vez que la hierba llega a las 2 a 3 pulgadas (5 a 7,5 cm) de largo, reduce el riego a una vez por día. Corta el césped por primera vez cuando llegue a 4 pulgadas (10 cm) de largo. Fertiliza cuatro a seis semanas después de la germinación para mantener su crecimiento sano y fuerte.

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