- Toma esquejes de jazmín que contengan por lo menos tres nudos, que son la parte del tallo desde donde emergen las hojas. En los esquejes, las raíces crecen junto a los nudos. Coloca la tijera de podar justo por debajo de uno de ellos y corta el tallo.
- Quita las hojas ubicadas en los dos tercios inferiores del esqueje. También saca todas las flores que haya. Sumerge el extremo que fue cortado dentro de la hormona de enraizar. Deja los esquejes a un lado mientras preparas las bandejas para plantas.
- Llena una bandeja para plántulas con turba. Riégala hasta que esté húmeda como una esponja estrujada. Inserta los esquejes hasta la mitad en cada celda de la bandeja.
- Cubre la bandeja con una bolsa de limpieza en seco y colócola en un alféizar soleado pero sin que reciba luz directa o afuera a la sobra. Revisa las plantas diariamente y riégalas cada vez que la turba se seque. Ésta debería permanecer húmeda como una esponja retorcida.
- Rocía las plantas dentro de la bolsa cada vez que parezcan secas. Quita la bolsa cuando se hayan formado raíces. Continúa con los esquejes dentro de la bandeja hasta que las raíces la cubran. Luego, transplántalas a un contenedor de mayor tamaño o fortifícalas colocándolas a la sombra durante las horas de luz diurna por una semana antes de transplantarlas al suelo.
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